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A veces nos encontramos cansados, enfermos, emocionalmente inestables, con pensamientos recurrentes negativos… y no media una razón. ¡OJO! Podríamos estar afectados por  “Contaminaciones energéticas”. Estas «suciedades energéticas», que todos acabamos teniendo en mayor o menor medida, y entran cuanto más baja está nuestra vibración, pueden afectarnos de muchas formas.

La «Ley del Espejo» dice que todo lo que acontece fuera (las circunstancias de tu vida) es un reflejo de tu interior. Si cambias tu interior (tu forma de pensar, tus creencias y paradigmas), tu realidad cambia. La CAUSA de todo lo que experimentas y sucede en tu vida está siempre en el interior. Por lo tanto, no eres víctima de nada ni de nadie, sino que tú creas tu realidad.

El famoso científico Dan Winter demostró qué emociones programan el ADN y activan el código genético del cuerpo. El miedo tiene una frecuencia de vibración más lenta y larga en tanto que el amor tiene una frecuencia alta y muy rápida, pudiéndose entonces afirmar que las vibraciones son la base de la existencia del ser humano. El ADN se hacía más corto o cerrado ante sentimientos negativos mientras que la longitud del mismo se alargaba antes sentimientos positivos.

Quizás todavía seas escéptico acerca de la existencia de las energías y como interactúan con nosotros, pero seguramente alguna vez has notado que de la noche a la mañana las cosas en tu vida se han torcido sin ninguna explicación lógica o te encontrabas fenomenal y de repente te levantabas sintiéndote revuelt@ o más cansad@ o apátic@ de lo normal. Por supuesto, esto puede ser debido a causas emocionales, mentales o de tus circunstancias de vida, pero. ¿y cuando no es así?

Todo el Universo está formado por campos de energía, pero hay numerosos campos y frecuencias energéticas que atraemos diariamente que influyen de forma negativa a nuestro organismo. Si esta energía no es gestionada adecuadamente, podemos desarrollar estados de carencia emocional que inciden en nuestro malestar, cansancio o apatía, y en caso de estados emocionales muy debilitados, puede derivar incluso en enfermedades sin justificación física.